domingo, 31 de enero de 2016

¿Te quiero?

   La vida es injusta y la naturaleza del ser humano lo es más si cabe. Todo se basa en nacer, reproducirse y morir según la biología, pero todo es mucho más profundo y complicado.
Nacemos, aprendemos a comunicarnos a base de gestos y sonidos, posteriormente vienen las sílabas y los incontables intentos de decir mamá y papá. Progresamos, poco a poco. Comenzamos con vocabulario más complicado, a crear frases y oraciones que probablemente carezcan de significado alguno pero que para un bebé vale millones, porque está intentando comunicarse. Adquirimos esa destreza y desarrollamos poco a poco, cada día se vuelve un poquito más difícil. Cada día aprendes algo nuevo de tu lengua,  diferentes maneras de expresarte y de decir lo que piensas.
   ¿Os acordáis de la primera vez que dijisteis "te quiero" a alguien? Yo no. Lo único que recuerdo es que antes todo era mucho más fácil, y aunque ahora sea capaz de comunicarme con mucha más soltura que hace diecisiete años, hay palabras, frases u oraciones que ya no salen con tanta facilidad por miedo a lo que la gente pueda pensar o pueda llegar a decir.
   ¿Os acordáis de la ultima vez que dijisteis "te quiero" a alguien? Yo no. Lo único que recuerdo es que muchas veces he sentido la necesidad de decirlo y no salía de mi boca. Me enseñaron a decir "rojo, amarillo y verde" con mucha naturalidad, pero el "te quiero" no fue así.
   No quiero no decir "te quiero", no quiero tener que callar lo que siento hacia aquellas personas que lo siento. Decirlo no es ni romántico ni pueril, es ser capaz de demostrar tu afecto por alguien. A una persona que le tienes un cariño tremendo, ya sea porque te ha dado la vida o porque te ha hecho sentir la persona más feliz en el multiverso. 
   Llegará un día en que esas personas no estén más en nuestras vidas, como hemos hablado en la famosa ley: nacer, reproducirse y morir. Imagina no haberle dicho a una persona que la querías por miedo a lo que pudiese pasar, por miedo a que no hubiese un "te quiero" de vuelta, o que soltase que decir a una persona que le tienes cariño es una chiquillada. Siempre es el miedo.
   Miedo a quedarnos desnudos ante los demás, miedo a quitar toda la ropa que lleva nuestra alma. Miedos tontos e irracionales. miedo miedo miedo. Tanto temor que hasta incluso el más grande se ha sentido alguna vez enano. Quiero quitarme la ropa y enviarla de una patada a la Luna, quiero ser capaz de mirar a los ojos a todos aquellos que me importan y decirles que siento no haberles regalado más palabras bonitas, que todo lo que nunca o pocas veces les dije no me lo guardaré más. Decirles a todos y a cada uno que los quiero, con sus grandes virtudes y sus pequeños defectos, que los quiero de lunes a domingo y que no hay ni un solo día para descansar del amor. 
   Hay personas a las que desgraciadamente ya no voy a poderles decir todo lo que las llegué a querer, pero con otras todavía tengo la oportunidad de hacerlo. Quiero hacerlo. Voy a hacerlo. 

-Palabrita de Celia
   

lunes, 4 de enero de 2016

La Parca

La vida nos dio un respiro
cuando la parca vino
y nos lo arrebató
en los primeros 
fríos de diciembre.

Te quitó la vida 
al pararte el corazón
y me la quitó a mí,
al se(parar)me de tu vida.

Y sigo sin aceptar
que vida y muerte son una
y van siempre juntas
riéndose de los incrédulos
que se creen eternos.

Y sigo sin aceptar
que en los segundos 
fríos de enero
no estarás conmigo.

La vida nos dio un respiro
cuando la parca vino
y me dejaste muerta en vida
en los primeros fríos de diciembre.

-Palabrita de Celia.

sábado, 2 de enero de 2016

Cenizas.

Ellos piensan que estoy curada,
que no hay dolor.
No hay enfermedad,
pero quedaron cicatrices.
No hay voces en mi mente,
mas el eco permanece
en mente, cuerpo y alma.
Duele recordar.
Saber que continúan
jugando conmigo,
ese eco se ríe de mí.
Es el rayo que
provoca el incendio.
Las llamas de éste
me consumen.
Me queman.
Yo me dejo arder
y ahora soy toda cenizas.


-Palabrita de Celia.